sábado, 29 de septiembre de 2012

Lima, mi trabajo y mis expectativas actuales

Ya han pasado 4 meses desde que estoy en Lima. Debí sospechar que perdería más de lo que invertí.
No puedo negar que es una experiencia nueva e impactante: Lima es grande, cambia constantemente y siempre hay algo nuevo e interesante que ver o hacer. Pero también tiene problemas, hay mucho caos en ciertas zonas, lo cual consume el tiempo y lo bueno se vuelve feo.
Pero mi problema se torna agrio cuando pienso en el trabajo y el descontento total que produce la gerencia en el ambiente de trabajo y en la autoestima de los trabajadores. Hay una idea de apresurarlas cosas y de empujar, pero no se dice claramente hacia que. La usual idea de generar dinero (no valor) para los stakeholders, sacando el jugo a la mano de obra.
Estoy cansado y enfermo, preocupado más en cubrirme las espaldas que en generar valor, aunque pienso apoyar a Chile al respecto.
Es momento de tomar una decisión acerca del futuro, por que mantenerse cuerdo y con esperanzas en el futuro en un entorno así, es difícil.
Mi contrato a culminado, pero si va a continuar por un tiempo más debo invertir en algo más interesante y sano para mi. Que tome poco tiempo, me permita tener una oportunidad tangible en el mercado laboral y evidentemente no involucre trabajar con demasiadas personas. Al final de cuentas, el objetivo final es realizar ese viaje.
También debo alejarme del lugar en donde estoy, eso de cuidar a otros no va conmigo. Nuevamente se reduce al tiempo, el tiempo disponible para hacer lo que uno gusta y necesita. La privacidad donde el mundo queda del otro lado de la puerta. La imagen incluida es del garaje del edificio donde vivo. Se ve vacío, frío y desgastado. Así me siento actualmente; necesito llenar ese vacío.